Los cursos intensivos para principiantes no están mal ….. siempre que sean el prólogo a un contacto intensivo con la lengua extranjera, en este caso el alemán. No siempre tendrás la oportunidad de viajar enseguida al país, pero hay otras formas de practicar una lengua como el alemán, especialmente en la era del turismo y de Internet.
Los cursos intensivos de alemán para principiantes convencionales adolecen, en general, de un grave problema: la gramática se presenta de una forma muy concentrada, de modo que los contenidos nuevos no tienen opción de asentarse antes de que se incorporen otros contenidos nuevos, y lo más frecuente es que a medida que avanza el curso el estudiante se sienta cada vez más abrumado. Por otra parte, no se suele ofrecer material suficiente como para que el alumno pueda aplicar sus nuevos conocimientos: los métodos (libros de texto, material complementario) no programan suficientes repeticiones para asentar el vocabulario nuevo o las nuevas estructuras. Si has aprendido alemán en un curso intensivo, deberás sumergirte en la nueva lengua lo antes posible. Con cuidado, claro. Busca lecturas graduadas, videos subtitulados para sordos, audiolibros, etc. Si te atreves, busca un intercambio, o un profe particular con el que practicar conversación. Repasa todo el vocabulario que te han ido presentando durante el curso, hasta que te lo sepas todo.
Cuando sigues un curso intensivo, deberías dedicar la misma cantidad de tiempo de estudio, o más, que el tiempo que dedicas a ir a clase. Si tienes dos horas diarias, deberías estudiar dos o tres horas diarias. Si tienes tres o cuatro horas concentradas en un solo día, deberías dedicar al menos media hora diaria, o una hora cada dos días, al estudio. No dejes de hacer ninguno de los ejercicios que te proponga el profesor o la profesora, y si en el libro de texto ha más ejercicios de los que te «mandan» para casa, intenta hacerlos también. Sólo así podrás «aprovechar» el curso.
Y una vez hayas acabado el curso, dale uno o dos repasos a todo el programa.